El Gobierno de Mendoza anunció que colocará teléfonos semipúblicos en todas las unidades penitenciarias de la provincia, como parte de una estrategia para eliminar el uso de celulares entre los internos. Se trata de equipos antivandálicos que permitirán un mayor control y trazabilidad de las comunicaciones.
Según el Ejecutivo, durante el año se incorporarán unos 200 dispositivos que notificarán al destinatario que la llamada proviene de una cárcel, buscando así garantizar la transparencia y evitar que se utilicen los teléfonos con fines delictivos.